Brian Cashman lamenta la pérdida de Juan Soto y asume responsabilidades sobre la no contratación de Blake Snell y Willy Adames.
Redactado por Pedro Rosario, para Baseball Caliente
El gerente general de los Yankees de Nueva York, Brian Cashman, ha causado revuelo con sus recientes declaraciones tras la marcha de Juan Soto a los Mets de Nueva York. El talentoso jardinero dominicano, quien firmó un contrato histórico de 765 millones de dólares por 15 años con los Mets, dejó a los Yankees con las manos vacías, luego de que la organización le presentara una oferta de 760 millones por 16 años.
En medio de la conmoción por esta baja, Cashman expresó su frustración y lamentó que, al centrarse en la decisión de Soto, el equipo no pudo asegurar a otros jugadores clave en el mercado de agentes libres, como el lanzador Blake Snell y el campocorto Willy Adames.
El mismo día que los Dodgers de Los Ángeles cerraron un contrato con Snell por 183 millones de dólares en siete años, los Yankees se reunieron con el exjugador de los Padres. Sin embargo, Cashman reveló que, ante la incertidumbre sobre la decisión de Soto, no pudieron hacerle una oferta formal. Lo mismo sucedió con Adames, quien finalmente firmó con los Gigantes de San Francisco. Cashman reconoció que Adames era considerado una pieza fundamental para cambiar la cultura en el clubhouse de los Yankees, pero, al igual que con Snell, la espera por la respuesta de Soto les costó la oportunidad.
“Nos centramos tanto en Soto que perdimos la oportunidad de hacer movimientos rápidos por otros jugadores”, expresó Cashman. La estrategia de priorizar al jardinero estrella como el gran objetivo de la temporada baja, sin embargo, dejó a los Yankees vulnerables a una competencia feroz. Equipos como los Mets, Dodgers y Gigantes se movieron rápidamente y lograron asegurar talentos que fortalecerán sus aspiraciones de campeonato.
El gerente general admitió que la falta de acción durante el proceso de contratación ha dejado a los Yankees en una posición difícil, con la plantilla en construcción y la necesidad de encontrar soluciones a corto plazo. A pesar de la decepción, Cashman sigue confiado en que podrá mejorar el roster: “Hay muchas formas de mejorar este equipo. Hay muchos chicos allá afuera”, comentó con determinación.
Sin embargo, la presión sobre la organización, tanto de la fanaticada como de los altos mandos, es considerable. La derrota en la batalla por Soto y la fuga de otras piezas clave evidencian la necesidad de agilidad y resolución en un mercado tan competitivo como el de las Grandes Ligas. En este contexto, los Yankees se enfrentan a un 2025 lleno de desafíos, donde la reconstrucción será crucial para recuperar el rumbo hacia la gloria.
La salida de Soto y la pérdida de oportunidades, como las de Snell y Adames, servirán como recordatorio de que, en el vertiginoso mundo del béisbol, la paciencia puede ser un lujo costoso.